lunes, 25 de agosto de 2008

"Se lo dedico a Martín"....

El Pochi, que ingresó en el segundo tiempo y convirtió el gol de la victoria, homenajeó a su amigo Palermo. "Esta victoria es para él", dijo emocionado.

POCHI HIZO LA DIAGONAL, PICÓ SOLO Y RECIBIÓ EL PASE GENIAL DEL COLOMBIANO. UN GOLAZO.
Salió del vestuario con una media sonrisa, feliz por el gol y la victoria pero al mismo tiempo muy preocupado. A esa hora, parado en medio del vestuario de Boca, Cristian Chávez no tenía idea de cómo estaba su amigo Martín Palermo. Sin embargo, conociendo al Loco, el volante tenía más que claro que si él había pedido el cambio era porque seguramente se trataba de algo más que un simple susto. "Ya lo voy a llamar para saber cómo está, sé que se lo llevaron para hacerle estudios", anunció a las apuradas. Y, de paso, como previendo la lesión que finalmente se confirmó, le entregó al nueve su definición: "El gol se lo dedico a Martín, es para él. Todo el equipo le quiere dedicar esta victoria. Estamos preocupados por lo que le pasó".

Justamente, por la lesión de Martín, el resto de sus compañeros intentó cumplir con su rol de goleador. Y al que le calzó el traje fue nada menos que a Pochi. Para él, más allá de la dedicatoria posterior y del triunfo, el gol valió una revalidación. Porque su titularidad le había durado apenas 45 minutos (ante Gimnasia de Jujuy, cuando fue reemplazado por Gracián, el equipo terminó goleando y con Arsenal fue al banco) y necesitaba un grito para poder tomarse revancha. "En el primer partido no lo hice nada bien, así que significa mucho para mí este gol. Yo voy paso a paso, estoy tranquilo, tengo que seguir trabajando para no volver a caerme como en el debut. Todavía me falta aprender mucho, ese día jugué mal y no porque ahora hice un gol me voy a agrandar. ¿Qué le diría a mis amigos del barrio? Que estén tranquilos, porque la otra vez me cagaron a puteadas porque había jugado mal, je", se vengó el volante.

Además, su gol no fue cualquier gol. Porque fue el fruto de una jugada con clase, buen toque y que terminó con una gran definición propia. "A lo Tevez, je", dice Cristian entre risas, aunque aclara que está exagerando. "Estaba preparado para entrar fresco y lo hice bien. El equipo no estaba jugando mal, le faltaba un poco de ritmo y creo que yo le di velocidad. Yo estaba mirando el partido desde afuera y cuando entré sabía lo que tenía que hacer. ¿El gol? Justo vi el hueco y me metí, sabía que Fabián (Vargas) me la iba a tirar ahí y la fui a buscar. Después, lo vi de reojo a Bossio, y le pegué. Le podría haber dado en el pecho, pero me salió allá y entró. Estoy muy feliz", relató Pochi, aunque la felicidad no haya sido completa. Le falta el nueve...

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