domingo, 10 de agosto de 2008

Boca Juniors 4 - 0 Gimnasia Y Esgrima de Jujuy...

En su debut en el Apertura, el Xeneize no sintió las ausencias de Riquelme y Palacio. A pesar de que no jugó un buen primer tiempo, en el segundo mejoró con los cambios que hizo Ischia y goleó al Lobo en la Bombonera con un fútbol de alto vuelo. Noir, Gracián, Battaglia y Vargas marcaron para el triunfo local. Pieters fue expulsado en la visita.

NO CONVIRTIO. Palermo buscó por todos los medios, pero no pudo anotarse en la goleada.
Comenzó a rodar la pelota y también la ilusión de Boca. Con Juan Román Riquelme lejos, bien lejos. En China, en los Juegos Olímpicos, como capitán del Sub 23, Carlos Ischia daba el primer paso en el Apertura con su equipo, sin el líder futbolístico y conductor. Por eso los once no variaron de lo que se ensayó en la pretemporada. También Rodrigo Palacio estuvo ausente en la Bombonera por lesión. Entonces, para quebrar a Gimnasia de Jujuy, el técnico apostó por Christian Chávez y Lucas Castromán.

El clásico 4-3-1-2 dispuso a los jugadores de Boca en el campo. Un recuperado Ibarra en la derecha, el siempre confiable Morel en la izquierda, y Paletta y Cáceres como centrales. Vargas inclinado hacia la derecha, Battaglia como cinco y Dátolo trepando por izquierda. El Pochi de enganche, más Martín Palermo y Castromán arriba. Boca siempre juega igual, lo sabía Omar Labruna. Y como lo sabía el DT, el Lobo comenzaba a aprovechar las falencias del conocidísimo esquema xeneize.

Es cierto que al minuto de juego Ibarra desbordó por derecha, enganchó y remató de zurda a las manos de Nereo Fernández. Pero a los 5, se encendió la alarma en el arco local. De contragolpe Gimnasia combinó con Carranza, Ricardo Gómez a la izquierda, después para Pieters que se metió en el área. Antes de que rematara, Ibarra de atrás y Paletta de frente, lo frenaron con lo justo. Nada grave, pero el Lobo cruzaba con precisión y velocidad por la mitad de la cancha de Boca que no regresaba bien.

Ordenado tácticamente, bien parado en el medio y criterioso con la pelota Gimnasia aguantaba el empate con mucha dignidad en la Bombonera. Aunque Boca, en su casa, sea el rival que sea, por lo menos una vez va a golpear fuerte. A los 20m Palermo pivoteó en la puerta del área y descargó para Battaglia que venía de frente. El volante central le pegó a colocar, al segundo palo. La pelota se estrelló en el travesaño. Fue la más clara del local en el primer tiempo.

Fue igual de peligrosa la chance que tuvo Gimnasia siete minutos más tarde. Desde los pies de Ariel Montenegro, el hermano del Rolfi que volvió al fútbol argentino, salía el mejor juego del visitante. La habilitación llegó para Carranza que se filtró en el área por derecha, enganchó para su pierna más hábil, y de zurda buscó el segundo ángulo de Caranta. El arquero tapó de manera brillante, con la mano derecha llegó a desviar el tiro al córner. Y de ese tiro de esquina, Ramasco pescó un rebote en el área y le dio mordido de zurda, cerca del palo izquierdo de Caranta. No la pasó bien Boca atrás, y también le costó mucho llegar con claridad adelante.

A los 29, Morel desbordó por izquierda, centro al corazón del área. Chávez llegó libre, pero cabeceó por arriba del travesaño. Fue buena para el local, pero le costaba romper esa línea de cinco que formaba Gimnasia con Loeschbor como líbero y líder. Tampoco aprovechó la pelota parada Boca. Tuvo dos tiros libres desde la derecha. Castromán fue el encargado ante la ausencia de Riquelme. Uno quedó en la nada, y en el otro se pidió agarrón de Rocco sobre Paletta. Pareció penal, pero Pompei no cobró.

No tuvo que pensar mucho Ischia en el vestuario para darse que cuenta que el papel del equipo en el primer tiempo no había sido bueno. Por eso para el complemento mandó a la cancha a Ricardo Noir y a Leandro Gracián en lugar de Castromán y Chávez. Está claro que los lugares que le traen problemas a Boca son los que dejaron ausentes Palacio y Riquelme. Pero de entrada, en el segundo tiempo, los cambios de Ischia iban a hacer que la gente dejara de extrañarlos.

A los 2, Dátolo jugó rápido un tiro de esquina desde la izquierda para Gracián. El Tano envió el centro pasado. Palermo la bajó de cabeza, Cáceres se pasó, Calandria se hizo un nudo y no pudo rechazar. La pelota le quedó a Noir que capturó el rebote y la mandó a guardar para el 1-0.

De ahí hasta el final Boca aceleró a fondo, y Gimnasia bajó los brazos. A los 9, Gracián casi lo hace olímpico, justo en época de Juegos. Su centro-arco dio en el palo. Y a los 11, el Tano se sacó la mufa con un golazo. Ibarra recuperó la pelota en la mitad de la cancha, tocó para Vargas, el colombiano de taco y de primera para Gracián, y desde la puerta del área el enganche sacó el derechazo que se clavó contra el palo derecho de Nereo. 2-0 para Boca y ya empezaba el baile.

Se lo sacó dos veces Nereo a Palermo que cabeceó de cara al arco. También llegó la expulsión de Pieters, por una falta a Morel en la mitad de la cancha y la segunda amarilla que le mostró Pompei. Ya la historia estaba resuelta en la Bombonera. Fue puro vértigo Boca. Con toques de primera, tacos de Vargas, y velocidad en Gracián y Noir. Más el liderazgo de Palermo que se disfrazó de conductor. Le faltó el gol al Titán, pero sin dudas fue una de las figuras de Boca.

A los 36, Palermo realizó un cambio de frente de izquierda a derecha con su pierna menos hábil, digno de un pelotazo preciso de Riquelme. Gracián apareció libre por el otro costado y tiró el centro rasante. Paletta anticipó a Nereo y tocó al primer palo. La pelota dio en el poste y le quedó servida a Battaglia para el 3-0.

Todo lo bueno que había hecho Gimnasia en el primer tiempo quedó en el olvido con la contundencia de Boca en el segundo. Ni los cambios le sirvieron a Labruna (David Ramírez y Mateo por Franco y Montenegro) que se entregó con el gol de Noir. Y para coronar una tarde brillante, a los 45, Vargas tiró la pared perfecta con Palermo y definió suave al primer palo para cerrar la goleada por 4-0. Dos caras de Boca. La del primer tiempo con Chávez y Castromán y la del segundo con Gracián y Noir. No importa quién reemplace a Riquelme y a Palacio, siempre y cuando Palermo sea titular. Boca ya es puntero del Apertura.

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