lunes, 25 de agosto de 2008

De rodillas...

Palermo se rompió otra vez los ligamentos de la rodilla derecha: cayó mal después de un salto intrascendente. Estará entre seis y ocho meses lejos del gol. No se puede creer.


El goleador sale de TCBA, tras el estudio y la mala nueva.

Palermo se volvió a romper los ligamentos de la rodilla derecha. Una baja clave para Boca, que con pibes dio vuelta a Lanús: duro 2-1.

Cae con el peso del cuerpo en la rodilla y queda sentido.



Lo atienden afuera. Vuelve, prueba, pero sigue con dolor.
Fue un salto como otros, como tantos. Este, además, fuera del área, lejos de su hábitat. Fue un salto para disputar una pelota que, ahora mismo, poco importa de dónde vino o hacia dónde fue. Fue un salto, éste, el de Martín Palermo con Emir Faccioli, que se repetirá en imágenes, que se llevará a un rincón la victoria de Boca, la tarde de los pibes. Ese salto, la caída, fue golpe. Golpe bajo. Golpe al corazón. Golpe al alma. Uno más en la vida del hombre de hierro. El goleador sufrió en esa jugada la peor de las lesiones: rotura del ligamento cruzado anterior y del ligamento colateral medial de la rodilla derecha, aquella que lo tuvo parado seis meses en el 99. El mismo tiempo tendrá ahora para volver a jugar, nueve años después. De no creer.

Aquella vez, en la cancha de Colón, su espíritu invencible le permitió convertir, incluso lesionado, su gol 100 en el fútbol argentino. Esta vez, sin ninguna marca cercana por alcanzar, con el récord de máximo goleador de Boca en el bolsillo, apenas siguió unos minutos más. Probó seguir en cancha porque la rodilla no se le mostraba inestable (aunque tampoco firme). Y fue así que aguantó hasta el entretiempo para salir.

Vaya maldita casualidad: el mecanismo de la lesión (esta vez por el movimiento que hizo al caer con todo su cuerpo sobre la rodilla), fue muy parecido al de aquella noche en Santa Fe. Incluso en los síntomas inmediatos, cuando el estudio que luego le hicieron en la clínica TCBA no había arrojado el triste diagnóstico y existían esperanzas de que fuera algo menor. Ah, en la previa al choque con Colón del 99 Boca había rechazado por él una oferta de la Lazio por 15 millones de dólares, su primer sueño europeo. Ahora Basile tenía decidido convocarlo para los próximos partidos de Eliminatorias, un premio a los 34 años, el deseo-revancha que quería cumplir y que otra fatalidad deportiva le impedirá.

Más allá de estas similitudes, ¿tuvo algo que ver que esta lesión haya sido sobre la rodilla operada de otra rotura de ligamentos? Según el doctor Jorge Batista, no es una consecuencia de aquella. "Esto es algo nuevo, no hubo una reagudización. Y la prueba es que Martín jugó durante nueve años sin problemas", explicó. Pero la diferencia sustancial, en este caso, es la edad: no es lo mismo esta lesión a los 26 años que a los casi 35. De ahí las lágrimas del goleador apenas supo de la noticia. Por otro golpe más en su carrera y por la circunstancia. "Estaba bastante mal. Sobre todo porque permanentemente le vienen pasando situaciones desagradables, pero Martín va a superar esta prueba también", agregó el doctor Batista, quien mañana volverá a ser el encargado de operarlo.

Vaya prueba que su destino de película esta vez le pondrá a Martín, entonces. Y también a Boca, que deberá jugar lo que resta de la temporada sin su goleador y referente. Para reemplazarlo, además del pibe Viatri, el club tendrá diez días para poder incorporar a otro jugador en el puesto, licencia permitida por la AFA ante lesiones de este tipo.

Por lo pronto, la ausencia de Martín no sólo sacudió al hincha. También al plantel. Chávez, su amigo, le dedicó su gol y Riquelme, recién llegado desde China, lamentó la noticia: "Me acabo de enterar, me causa una gran tristeza". Pero también el mundo del fútbol se conmovió con la noticia. "Quiero mandarle un saludo, es un Titán", aseguró Miguel Russo.

En el 2000, la vuelta de Martín tras 203 días, fue histórica. Tal vez, entonces, el 2009 ofrezca otro regreso mágico. Con Palermo todo es posible...

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