martes, 19 de agosto de 2008

Números 9 detrás del gran 9...

Braca, Moreno, Colautti, Tevez y Boselli, los pibes que tuvieron que reemplazar al Loco. La camiseta número 9 de Boca tiene dueño exclusivo desde 1998, cuando Martín Palermo se consolidó con Carlos Bianchi. Sólo quedó vacante entre el 2001 y 2004, durante la campaña europea del Loco. Fue ahí, aunque con otro número en la espalda, que apareció y explotó Carlos Tevez, el mejor delantero de la cantera xeneize.

También hubo otros que salieron de abajo y tuvieron su momento. Alfredo Moreno (categoría 80) aprovechó la lesión que Palermo sufrió en 1999 para pelear por un lugar y fue uno de los goleadores del equipo en la Libertadores 00. "El Palermo Negro", tituló Olé cuando le hizo cinco goles al Bolívar. Entre un bajón personal y la vuelta del Loco, Moreno se tuvo que ir con 18 goles en 38 PJ. Hoy, el santiagueño está en el América, el club más grande de México.

La primera aparición post Palermo, después de que Bianchi le diera la 9 a Barijho y optara seguido
por jugar con Guillermo y Delgado como dupla, fue Héctor Bracamonte (nacido en el 78). En el 2002, luego de varios préstamos, Oscar Tabárez lo puso y los hinchas lo adoptaron rápidamente. Y hasta le hicieron un cantito personalizado: "El Bracagol, el Bracagol...". Hizo 17 goles en 40 partidos y, en julio del 03, partió hacia Rusia.

Roberto Colautti (categoría 82) fue otro hombre de área de la cantera. Debutó en el 2001, se fue a préstamo al fútbol suizo en el 2002 y volvió cuando se fue Braca, pero nunca tuvo continuidad.

Casualidad, como le pusieron en Inferiores por sus goles, terminó yéndose a mediados del 2004 con apenas tres goles en Primera. En Israel se afirmó y se nacionalizó.

Aunque con otro estilo, Tevez (categoría 84) fue el primero en llegar a consolidarse en Boca. Debutó en el 2001, empezó a jugar más en el 2002 y la rompió en el 2003, con Bianchi. En ausencia de Palermo, claro. Sólo compartieron el segundo semestre del 2004, entre la vuelta del Loco y la venta de Carlitos.

De Tevez para acá, Boselli (1985) fue el juvenil que más esperó detrás del Loco, pero no aguantó y partió. Hoy, el turno es de Viatri (1987).

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