viernes, 12 de septiembre de 2008

"Menos mal que no quedé en el Rojo"...

Antes del clásico, el pibe revela su historia: hace dos años, Bochini lo llevó a Independiente. El pibe metió dos goles pero lo bocharon y se volvió a su pueblo. "Mejor, es un sueño estar en Boca", dice.

Tito fue el más rápido en las pruebas de velocidad.

Fue a principios del 2006, no hace tanto. Todavía no tenía la trencita a lo Palacio, aunque ya lo admiraba de verlo por televisión. Era más flaquito que ahora pero igual de veloz. Jamás había pisado Buenos Aires y la Capital Federal sólo la conocía por postales. Con la venia, ni más ni menos, de un ídolo como Ricardo Bochini, un ilusionado Ricardo Noir llegó al predio de Villa Domínico para someterse a una prueba en las Inferiores de Independiente. Pese a los dos goles que metió en ese partido integrado mayoritariamente por pibes de la categoría 87, Tito no quedó. El destino quiso, tiempo después, que Boca le abriera las puertas. Cosas de la vida, este domingo, en la Bombonera, Noir podría haber jugado con la camiseta roja, pero esperará su chance en el banco con la azul y oro puesta.

-Si hubieras quedado aquel día, este domingo serías visitante.

-Sí, es cierto. Pero si se dio así, por algo habrá sido. Menos mal que no quedé en Independiente, mejor así, ¿no? Porque la verdad que jugar en Boca es el sueño de cualquiera.

La historia que terminó con final feliz para Boca y seguramente con bronca del lado de Independiente arrancó con un personaje que hizo de nexo entre Tito y el Bocha: Gerardo Sillero. "Este hombre, que es de Colón, Entre Ríos, me vio jugar en Villa Elisa y como era amigo de Bochini, le habló de mí. El Bocha le pidió unos videos míos y parece que le gustaron porque me pidió que fuera a probarme a Independiente", relata el pibe. En ese momento, Noir repartía su tiempo entre algunas changas de albañil, con su papá Aníbal, y su trabajo en una cooperativa del pueblo en la que levantaba bolsas de arroz. De fútbol profesional, ni hablar. Hasta que...

"El Bocha me dijo que viajara así que me pedí tres días en la cooperativa. Me vine para acá y recuerdo que paré en un departamento que él tenía, creo que en Avellaneda. Y a los pocos días fui a la prueba acompañado por Sillero porque justo el Bocha no pudo venir", cuenta. El entrerriano fue probado como delantero en las canchas de Villa Domínico, donde se entrenan las Inferiores, junto con la categoría 87. "No me acuerdo si era la Cuarta o la Quinta. Jugué y metí dos goles, creo que empatamos 2-2", agrega. No llamaron la atención su velocidad y su capacidad de definición.

-¿Y qué te dijeron?

-Que no sobresalía de los chicos que estaban jugando en esa categoría. Que no iban a sacar a uno de los chicos que ya estaban jugando ahí para ponerme a mí que, supuestamente, no estaba a la misma altura.

-¿Y te bajoneaste?

-No, para nada. Fue una prueba, una experiencia muy linda porque yo no conocía Buenos Aires. Pero no había por qué bajonear-se. Me volví a mi pueblo a laburar como siempre.

-¿Te acordás quién te dijo eso en Independiente?

-No, no me acuerdo el nombre. Sí sé que al Bocha le gustaba cómo jugaba.

-¿Con Bochini volviste a hablar?

-Me llamó para felicitarme cuando debuté en Boca y le hice el gol a Racing. Una buena persona. Se portó muy bien conmigo. Me sorprendió que después de un tiempo sin hablar, me llamara para saludarme.

Antes de que se terminara ese 2006, Noir volvería a tener otra chance en el fútbol grande. Esta vez era Boca. "Ahí me vine de nuevo y bueno, creo que en ese momento comenzó todo lo que estoy viviendo ahora, ¿no?", cuenta. Y sí. La tercera fue la vencida. Claro, porque antes de probarse en el Rojo, tuvo una experiencia en Colón de Santa Fe. "Eso fue cuando yo tenía 15 años. Me fui a probar y quedé, pero el libro de pases estaba cerrado. Cuando se abrió, no me dieron pensión y no fui más porque yo no podía bancarme un departamento o un alquiler", recuerda.

Incluso, antes de estar en Boca, surgió una posibilidad de Atlético Rafaela que quedó en la nada. "Se ve que mi destino era jugar en este club", acepta Noir, que el domingo pudo haberse vestido de rojo pero lo hará de azul y oro.

No hay comentarios: