martes, 9 de septiembre de 2008

"Me siento un veterano"...

"Me siento un veterano"El zurdo, que se afirmó y disfruta de su mejor año, sueña con la Selección y dice que en Boca, al lado  de tantos pibes, se  siente algo viejo: "Acá tienen referentes".

Ischia le dio confianza y Jesús se ganó un lugar.

"Conmigo vas a llegar a la Selección".

En aquellos últimos meses del 2006, la frase sonaba más a chiste que a objetivo concreto. Sobre todo porque quien la pronunció (Ricardo La Volpe) no era justamente un hombre de elogio fácil ni tampoco el receptor del mensaje era uno de sus favoritos. De hecho, fue quizás la única flor que recibió por ese entonces Jesús Alberto Dátolo de parte de su entrenador. Sin embargo, a casi dos años de aquellas palabras, hoy no parecen estar tan lejanas. O al menos no suenan a locura: 
"Sueño con tener una chance en la Selección. Es una ilusión, una fantasía, algo que me encantaría, un orgullo. Pero tengo claro que lo primero para mí es Boca y lo segundo también. Y sé que si hago muy bien las cosas acá, puedo tener más chances de algún día ser convocado. Tengo la ilusión de algún día vestir esa camiseta, sería lo máximo".

-No sobran los volantes zurdos...

-Sí, y es algo que me remarcan siempre y que estoy tratando de sacarle provecho de la mejor manera.

-Ahora parece estar más cerca que nunca.

-Yo quiero seguir así, rendir como el torneo pasado o mucho mejor. Ese es mi desafío. Espero la chance algún día, pero sin desesperarme. Si sigo así pueden venir cosas buenas, primero en Boca, claro. 

Es imposible hacer que Jesús no pronuncie la palabra Boca en cada oración. Está tan metido que lo vive de esa forma. Se siente más que nunca en este mundo, ya dejó hace tiempo esa etapa de adaptación que tanto le costó superar y ahora, siente, llegó el tiempo de cosechar. Sobre todo aplausos.

-¿Empezaste a disfrutar de jugar en Boca?

-Sí, lo estoy disfrutando mucho adentro de la cancha, la paso bien. Me siento muy bien, muy contento. Las cosas me cambiaron mucho. Lo mejor que pude haber hecho en enero fue pedir quedarme en Boca.

-Pasaste de ser un jugador de intercambio a ser intransferible...

-Es bueno que la dirigencia confíe así en uno, porque yo siempre quise hacer todo bien. Me da fuerza, pero tengo que seguir... Ahora van tres partidos y no hay que relajarse, no me puedo relajar. 
Hay excelentes jugadores detrás de mí y debo seguir así para no perder este lugar.

-¿Te sentís como aquél que estaba en Banfield?

-No, ya dejé de intentar ser ése. Porque no se pueden comparar las responsabilidades, el juego de ambos equipos, las funciones y las presiones. Allá era una cosa pero en Boca todo es diferente. 

Creo que estoy madurando, que me siento cada vez mejor y que le voy agarrando la mano.

-Se te nota más maduro para decidir...

-Creo que eso se debe a la cantidad de partidos seguidos que me toca jugar, uno va adquiriendo experiencia. Yo sigo aprendiendo a jugar al fútbol, recién tengo 24 años. Estoy más tranquilo y eso también hace que me apure menos, que tenga más tiempo para decidir y hacer lo correcto. Estoy más sereno con la pelota en los pies, resuelvo mejor y eso me pone contento porque las cosas están saliendo bien en estos primeros partidos.

-¿Y el gol?

-Y, sería lindo un gol. Pero mi objetivo y sobre todo mi obligación es tratar de que los delanteros hagan goles, no yo. Es muy lindo convertir... Gracias a Dios tengo la posibilidad de dar pases gol y eso también es muy importante. El gol no es mi fuerte, pero sería lindo hacer uno. Sería de yapa.

-Con tantos jugadores en las selecciones, al lado de los pibes que quedaron, vos sos un viejo...

-Ja, la verdad es que con ellos me siento un veterano. Y eso que yo no soy muy grande tampoco, tengo 24 años, pero viste las edades que tienen: con Huracán terminamos jugando con un promedio de edad bajísimo. Son grandes jugadores y todavía tienen mucho para dar y para crecer.

-¿Les hablás?

-Muchísimo. Es fundamental, adentro y afuera de la cancha. Carlos también les habla y los tranquiliza. Pero lo hago porque yo también lo pasé y sé lo que se siente el cambio. A mí me costó mucho adaptarme a la Primera de Boca, sé lo difícil que es, algunos de ellos tienen muchos años en el club y saben que acá si no aprovechás una chance y la dejás pasar de largo, quizás no volvés a tener otra. Yo sé lo que es eso.

-¿Qué les dijiste ante Huracán, cuando jugaron todos juntos?

-Me di cuenta enseguida de que les estaban muy encima los defensores. No con golpes, pero los encimaban mucho, los trataban de apichonar, de hacer sentir incómodos, algo lógico. Y lo mejor que pueden hacer ellos es soltarse, hacer su juego. Noir se sentía un poco atado, porque es una cancha chica y él necesita espacios para poder desbordar. Eso es algo que uno aprende con los partidos, a jugar en una cancha incómoda, a buscar los espacios cuando no te los dan. Viatri tiene la suerte de estar en un equipo que juega en busca del nueve, así que siempre recibirá muchas pelotas. Y Gaitán tiene una personalidad tremenda, él va al frente, y se notó esa vez.

-¿Qué diferencias hay con las Inferiores de Banfield?

-Y, es distinto. Sobre todo cuando llegás a la Primera, porque acá tenés adelante a tipos con experiencia y títulos. Tenés un Riquelme, un Ibarra, un Palermo... Es mucho más difícil llegar, porque tenés pocas chances y tenés que cumplir sí o sí. Pero acá hay referentes. Espero que les vaya muy bien, porque tienen muchas condiciones.

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