domingo, 14 de septiembre de 2008

El nuevo Palermo...

El nuevo Palermo¿Viatri? No, Palacio: la Joya debutó en el Apertura y volvió a convertir. En este semestre jugó tres partidos e hizo tres goles. Igual, su socio lo ayudó con un pase de cabeza al estilo del Loco.

Palacio la acomodó, dejó parado a Rodríguez y también a Assmann. Alta definición.

Durante la semana, el clima en Casa Amarilla fue casi una anticipo de la primavera que se viene. La frescura y felicidad que se veían en los entrenamientos de Boca tenían un motivo: Rodrigo Palacio iba a debutar en el Apertura. Si bien los pibes habían demostrado que están en condiciones de soportar las presiones de un club de dimensiones monstruosas, la ausencia de Palermo es un vacío demasiado importante para que quede en el olvido en un par de fechas. Entonces, el retorno de la Joya era una cuestión de estado. Y el bahiense volvió a ratificar su chapa de estrella: jugó su tercer partido en este segundo semestre y convirtió su tercer gol. Es decir, uno por partido. Como se ve, parece que el Loco tiene más de un sucesor. Tanto, que hasta el propio Borghi tuvo un furcio tras el empate: "El gol de Palermo... je, perdón, de Palacio".

La dupla de ataque que puso ayer el Pelado hilvanó algunos encuentros interesantes como los que solían tener Martín y Rodrigo en tiempos no muy lejanos. En la más clara, Viatri peinó una pelota para su socio. Y Palacio no perdonó: iban 27'' del segundo tiempo y abrió el clásico con un zurdazo suave. Entonces, el abrazo entre los delanteros no resultó una puesta en escena: el ex Banfield debía devolver la gentileza de la habilitación al menos con un gesto de cariño, el mismo que se vio en la final de la revancha de la Recopa, cuando Lucas le había puesto un centro perfecto para que la Joya pusiera el 1-0 ante Arsenal.

Atrás quedaron meses de lucha por esa pubialgia que se hizo pública en la gira por Washington, la que lo dejó fuera del torneo local hasta ayer y, además, la que no le permitió jugar ante el Barcelona. Volvió. No sólo con un gol, también con una asistencia impecable para Vargas, que definió por arriba.

La Joya está de nuevo. Y, muy cerca de él, Viatri. Pese a que no convirtió, el pibe esparció peligro por el área de Assmann: en la más clara, el arquero de Independiente le sacó un cabezazo impresionante. Tal vez, esa asistencia al estilo Palermo haya sido un premio consuelo. El festejo de Rodrigo lo certifica: abrazo de gol made in Loco.

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