"A los pibes los pongo yo"

"A los pibes los pongo yo"
Si bien pretende un 9 para reemplazar a Palermo, el DT Xeneize aseguró que el tema no lo desvela y que la decisión de darles posibilidades a los chicos es suya.

EL PELADO ANOTA Y DEFINE. CREE QUE A LOS CHICOS LOS AYUDA JUGAR CON LOS MAYORCITOS.

Siente que, mediáticamente, él quedó parado sobre la vereda opuesta a la de los dirigentes. Por algunas frases suyas ("hay un espacio vacío en el ataque" y "el plantel quedó debilitado"), sumadas a la política definida por el club, pareció que Carlos Ischia prefería que Boca trajera a un 9 para reemplazar a Palermo y que la CD optaba por jugársela con los pibes. Si bien es cierto que el DT pretendía (y pretende) un delantero de área, en la conferencia de prensa de ayer se encargó de aclarar que la decisión de poner a los Viatri, Noir, Philippe o Gaitán es de su autoría y no producto de una bajada de línea dirigencial.

-¿Es necesario traer un refuerzo en el ataque?

-El tema de los refuerzos... Yo siempre lo digo cuando se abre un libro de pases: nunca es para reemplazar o para no tener más en cuenta a alguien. Simplemente es para mejorar, aumentar o tener otra alternativa. Más con tantos partidos por delante y con la obligación que tiene este club. Pero a pesar de que se habla todos los días de que yo soy el más desesperado, no es algo que me desvela. El que pone a los pibes soy yo.

Máxima autoridad en lo futbolístico, Ischia se hizo cargo de la aparición de juveniles en el primer equipo. Y recordó que es una política que ha llevado a cabo en los otros clubes que dirigió. "En mi corta trayectoria no es algo nuevo. Es algo que ya hice cuando agarré Vélez, Gimnasia, Central... En algunos lados más que en otros. Pero yo me manejo de esa manera. No me gusta traer muchos refuerzos. Siempre trato de manejarme con los jugadores que están en el club y cuando veo la necesidad y tengo un chico con posibilidades, lo subo", explicó.

-¿La presentación de Boca en la AFA para poder reforzarse te deja más tranquilo?

-Yo estoy tranquilo. Esa es una buena decisión porque uno nunca sabe cómo puede seguir esto. La alternativa está. Y mientras la alternativa esté, puede ser. 

-¿Qué te dicen los hinchas por la calle en relación a los chicos que estás promoviendo?

-Cuando debutan chicos y les va bien, todo el mundo está muy feliz. En este momento de alegría y satisfacción también les digo que hay que tener prudencia y paciencia para cuando a estos mismos chicos que recién empiezan las cosas no les salgan del todo bien.

-Márcico dijo el otro día que los chicos no sienten la presión al principio, que la sienten seis o siete fechas antes del final del torneo. ¿Coincidís?

-Si no están acostumbrados, se tienen que acostumbrar. Es lógico. Pero el tema de no sobrecargarlos de responsabilidades es algo en lo que todos tenemos que ver. No hay que olvidarse de que los chicos entran, juegan y pueden rendir porque están acompañados y llevados de la mano por gente con experiencia que sabe bien cómo se hacen las cosas y que tiene una forma perfecta de manejarse en el grupo. Para el joven no es tan difícil: sabe que está siempre respaldado.

-¿Cómo está Palacio?

-Trabajando dentro de los términos que hemos pautado con el cuerpo médico. También es muy importante la palabra del jugador. Cuando manifiesta dolor o que no se siente bien, debemos prestarle atención. No lo apuraremos. Va evolucionando de su lesión aunque por ahí no con la rapidez que uno quisiera. Pero tenemos que manejarlo de esa manera.