Nació en Baldissera, tiene 23 años, ya pasó por diez clubes y Boca ofreció u$s 3.500.000. Este es Piatti.
Su hijo se llama Gabriel por su ídolo Batistuta. Cuando lo paran para preguntarle por Boca, lo hacen sentirse incómodo. "Claro que acá hay hinchas de Boca, pero yo estoy muy tranquilo y trato de no pensar en eso", agrega. Aunque es inevitable que le hablen del tema, por los 3.500.000 de dólares más el pase de Bertolo que reconoció Pedro Pompilio haberle ofrecido por él a Gimnasia LP. "Me queda un año más de contrato y la situación en la que vamos a arrancar en el descenso es muy complicada", dice. Pero, ¿quién es este Piatti por el que Boca está dispuesto a pagar tanto?
En Baldissera, donde se encuentra de vacaciones, Piatti nació hace 23 años y empezó a jugar al fútbol de la mano de su abuelo Pedro. "Me enseñaba a patear, me ponía contra una pared y me hacía darle con un pie y con el otro. Me dijeron que jugaba bien y que en un tiempo, Unión quiso llevárselo. Yo salí a él y mi hermano Ezequiel (30) creo que no, porque es medio rústico", se ríe.
Cuando tenía diez años, Nacho arrancó en el club Mitre, ubicado a dos cuadras de su casa, el mismo al que ahora lleva a su nene. En ese tiempo jugaba de 9 y soñaba con ser Batistuta. "A mi hijo le puse Gabriel por él", dice. Recién a los 15 años, en el 2000, se animó a salir de su pueblo y probarse en Newell's, en lo que fue el comienzo de una larga gira de cuatro años que recién encontró estabilidad en Chacarita. "En Newell's estuve un año jugando en la Liga y como esa situación no cambió, me volví a mi pueblo. Pero ahí me vio Talleres y me llevó. Estuve dos meses. Hasta que salió la chance de ir a probarme a la Roma por intermedio de Bati. Y quedé. Eso fue en el 2002. Estuve 15 días y me tuve que volver por el tema de la ciudadanía. Y otra vez a mi pueblo...".
Por persistencia, sin embargo, volvió a irse de Baldissera al exterior, al Galatasaray de Turquía. "Fueron 20 días allá, un frío de loco, pleno invierno, todo nevado. Y no entendía nada. No me gustó y me volví de nuevo", cuenta. Y sigue: "Empecé a ir a un centro de entrenamiento de un empresario en Monte Buey. Eramos 15 chicos y trabajábamos todos los días en doble turno y los sábados nos hacía jugar en Jorge Newbery de Junín. Así hasta que me llevó al Niza, pero no quedé".
El despegue definitivo de su carrera fue a comienzos del 2004, después de esa corta experiencia en Francia. "Era medio tarde, ya estábamos en febrero y no tenía club, pero me avisaron de una prueba en Chacarita y quedé en la Cuarta. Pero el técnico no me ponía, ya tenía su grupo formado. Un día el de la Reserva me llevó al banco, entré cinco minutos e hice un gol. Y me empezaron a poner. A los cuatro meses Clausen me subió a Primera". De Chaca se fue al Saint Etienne, donde fue compañero de Bilos, y de ahí pasó a Gimnasia.
-De chico jugabas de 9, ahora sos volante. ¿Cuál es tu puesto?
-En Chacarita ya jugaba como volante por derecha. Después, en Francia, me pusieron de volante central, de marca. Pero ahora el Topo me estaba poniendo más adelantado. No tengo que volver tanto, voy de mitad de cancha para adelante. Siempre me daban libertad, pero últimamente tenía menos obligación.
-¿Y cómo manejás la chance de Boca?
-Estoy tranquilo. Vengo a Baldissera y trato de despejarme. Está mi representante manejando todo allá. Yo estoy bien en Gimnasia. Pero más adelante sí me gustaría jugar en algún equipo un poco más grande. Y Boca es grande...
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