jueves, 12 de junio de 2008

Pato Te Quiero...

Riquelme se reencontró con Abbondanzieri y le tiró onda para que pegue la vuelta. Boca quiere, el Pato está tentado, Getafe lo deja... Igual falta. FERNANDO PÈREZ | faph_94@hotmail.com

Dale, venite". Dos palabritas. Suficientes. Juan Román Riquelme se reencontró con Roberto Abbondanzieri, este martes en el complejo de la AFA en Ezeiza. Y en medio del interés de Boca por repatriar al arquero, Román le dijo que lo esperan en Boca, le metió' más presión para que vuelva. Nada de monólogos o de charlas extensas. Así de simple, como al pasar, para dejarle bien en claro que él apoya su retorno. Dicen que el Pato escuchó y sonrió. Que tiene ganas. Y que el referente y símbolo del plantel le abra la puerta lo tienta un poco más. Boca quiere a Abbondanzieri y Abbondanzieri quiere a Boca. Pero si bien hay coincidencia, su vuelta no es tan fácil.

"Tenemos cuatro arqueros muy buenos, pero si viene Abbondanzieri sumará como todos porque es un tipo que se hace querer y nos divierte mucho en el grupo", contó el 10, ayer por la tarde, en La Oral Deportiva. Si bien no comparten el vestuario de Boca desde mediados del 2002 (cuando Riquelme se fue al Barcelona), sí están juntos en la Selección (Mundial 06 y Copa América 07 incluidos). Y el deseo que tiene Román es similar al de Pedro Pompilio y el resto de la dirigencia, que espera para empezar a hablar de números.

La novela arrancó horas antes del choque de ida contra Fluminense, en la semifinal de la Copa Libertadores. Justo antes del grave error de Migliore y después del desgarro sufrido por Caranta en la ida ante Atlas. Un dirigente de Boca habló con el Pato y le preguntó si estaba con ganas de volver. El arquero de la Selección, tras completar su segunda temporada en el Getafe, contó que se siente muy cómodo en España pero que siempre resulta tentador regresar a Boca y también al país, tras darse el gusto de vivir dos años en el Viejo Continente y de probarse en una liga tan competitiva. Además, en la recta final hacia el Mundial de Sudáfrica, estar en la Argentina lo hace sentirse más cerca de la Selección. Un escenario que, a los 36 años (los cumplirá en agosto), se analiza distinto.

Pero claro, no es sencilla la negociación. Por un lado, por el Getafe. Si bien no le van a cortar el deseo de retornar al país, la idea del club madridista es hacerle firmar un nuevo contrato hasta el 2010. Están conformes con su nivel y lo ven como arquero titular en lo inmediato, pese a que Ustari, el suplente, sea la gran apuesta a futuro. Abbondanzieri, ante un club que se portó tan bien con él, no va a forzar una salida. Ya sabe que el Getafe le va a dar el gusto de venderlo si es que él se decide, porque todavía no bajó el martillo.

El otro obstáculo, al menos hoy, pasa por lo económico. Cuando Boca lo vendió, a mediados del 2006, fue también a modo de premio: gracias a esa transferencia, el Pato pudo hacer una buena diferencia en su carrera. Allá tiene un muy buen contrato y está claro que Boca no lo igualará. Pero la idea de Pompilio es ofrecerle un contrato alto para lo que es el fútbol argentino y esperar que Abbondanzieri resigne algo de dinero. "Si bien allá gana mucho, el estilo de vida de acá es distinto que el de España. Vivir acá cuesta menos...", razonan de una de las partes.

Lo bueno es que ya conoce al plantel (además de la buena relación con Riquelme, mantiene el contacto telefónico con Palermo, el otro gran referente). Tiene la banca de los hinchas. Conoce el club, donde ganó 14 títulos. También a Ischia. Mientras se entrena con la Selección, el Pato también piensa en Boca. Y se va a juntar con su gente para definirse. Mientras, le retumba el "dale, venite".

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