Charla relajada con Roncaglia, que disfruta del agua en Chajarí y anda con amigos que le manguean cosas. "Este es mi lugar", dice.
La ciudad de Chajarí, en el nordeste de Entre Ríos, es un lugar muy tranquilo. Pero muchos de sus 40.000 habitantes se encuentran exaltados, por estos días, ante la vuelta al pago de uno de sus hijos pródigos. Facundo Roncaglia, el pibe que en este semestre tuvo la chance de mostrarse en la Primera de Boca, regresó a su ciudad natal después de bastante tiempo. "Desde enero que no venía. Entre las concentraciones y los partidos de los dos torneos, nunca tuve un fin de semana libre como para hacerme una escapada a ver a la familia", cuenta.
-Que no hayas podido significa que te tuvieron en cuenta en Boca.
-Sí, claro. Por suerte fue un buen semestre para mí. Tuve la chance de jugar varios partidos y creo que cumplí, que rendí.
-¿En enero pensaste que ibas a tener la oportunidad de mostrarte?
-Sinceramente, no. Uno la ve siempre difícil cuando arranca. Así que estoy contento por haber jugado.
-Las críticas hacia vos fueron buenas.
-Es importante saber que la gente habla bien de vos. Significa que voy por el buen camino.
-¿Sos el habitante más famoso de Chajarí?
-Ja, ja.. No sé... Esta es una ciudad muy tranquila. Todo el mundo me conoce. Me siento cómodo acá.
-¿Qué te dicen los vecinos, los amigos...?
-Me preguntan cómo es estar en un plantel con tantas figuras como Boca, cómo me fue, cómo estoy... Acá, todo el mundo me quiere bien.
-¿Sabés si se juntaban para ver los partidos en los que vos jugabas?
-Sí, me contaron que había reuniones en la casa de algún amigo y que iban todos. Me siguen mucho...
Ronca, como le dicen todos, responde a través del teléfono y de fondo se escucha a Giuliana, su hija de un año y medio. "Dice papá pero no habla todavía. Mejor... así no pide nada, ja, ja...", bromea.
-Los que sí te piden deben ser tus amigos, ¿no?
-Y sí. El mangueo siempre está. Cuando puedo, les doy algo. Ropa de concentración, camisetas...
-¿Y pensás irte de vacaciones a algún lado?
-No, de acá no me mueve nadie. Este es mi lugar.
-¿Y cómo es un día tuyo en Chajarí?
-Tranqui. Me levanto tipo diez, tomo unos mates y después me la paso visitando amigos, conocidos... Y si no, me voy con mi mujer y la nena a las termas de acá, que son muy lindas y va mucha gente.
-¿Cómo se vive ahí el conflicto del campo con el Gobierno?
-Y... acá está muy instalado el tema. En la entrada a la ciudad, sobre la rotonda de la ruta 14, suele haber cortes. Ojalá se pueda solucionar pronto.
-Volviendo al fútbol, ¿cuál es tu objetivo para el semestre que viene?
-Me gustaría jugar, tener más continuidad. Pero no lo veo tan fácil...
-¿Sentís que hay muchos adelante?
-Y sí. En Boca es difícil porque si se va uno, traen a otro. Si tuviera la chance de ser titular en otro club, me iría, aunque igual acá me siento cómodo y la voy a pelear como siempre.
-Si estás tapado como central, por ahí conviene recordar cuando eras 9 en la Novena y probarte por Palermo...
-Ja, ja... Nooo. Era un burrito. Menos mal que en la Octava me preguntaron si quería ser defensor. Dejame abajo que estoy bien.
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