miércoles, 23 de julio de 2008

Mejor Tomate Una Corona...

En un amistoso jugado ni a media máquina, el Xeneize le llegó poco al arquero rival. En México, se puso arriba y le empataron. ¿Algún problema? No, beban tranquilos... PABLO VICENTE | pvicente@ole.com.ar
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Palermo fue alma y líder del equipo en el primer partido de la gira. Le bajó de cabeza un centro difícil a Chávez, en el 1-0, y enseguida tuvo el segundo... Se lo tapó Corona.

Boca se preparó en Washington, capital de Estados Unidos, pero tuvo que cruzar la frontera para debutar y fue en Guadalajara, México, donde dio su primer paso de cara al comienzo de la nueva temporada, los segundos seis meses de Carlos Ischia al frente del equipo, en los que se jugará a tres puntas: Recopa, torneo Apertura y Sudamericana. En ese primer paso ante Tecos, que terminó 1-1, este Boca que es el mismo que aquel porque no llegó nadie ni se fue nadie de los titulares, empezó igual a mostrar (mínimamente) sus intenciones. Todavía duro por la pretemporada. Sin ritmo. Pero con Pochi Chávez esforzándose para hacer de Riquelme y metiendo un gol. Y Palermo como símbolo, alma y líder espiritual del equipo.

En el equipo titular sólo faltaron Hugo Ibarra (estuvo en el banco), Riquelme y Rodrigo Palacio. Por ellos, estuvieron Maidana en el lateral derecho, Chávez como enganche y Lucas Castromán en el ataque. De los tres, el que más se destacó fue Pochi, por su movilidad para pedirla y buscar la pelota, para tratar de encontrarse con Dátolo (muy activo) y Palermo. Castromán, por su parte, le puso mucha pila para tratar de entenderse con el Loco y tirarle centros, pero todavía le falta ritmo de partidos y precisión para meterle la bocha en la cabeza. Aunque la única que acertó terminó en el gol.

Lo del ritmo, en realidad, fue problema de todo Boca. El durísimo trabajo físico realizado en Washington, base física para afrontar las tres competencias (más un viaje a España por la Copa Gamper) y llegar entero a fin de año, se notó sobre el campo. Lo que igualó la diferencia en la sintonía fina entre un equipo que jugó su primer partido de preparación contra otro que estaba en el último fue la diferencia de jerarquía a favor de Boca. Porque con el alma de Palermo le alcanzó para abrir el resultado en el arco de Corona, porque el Loco transformó un centro difícil en el 1-0, cuando le bajó la pelota a Chávez. Y, enseguida, el arquero le tapó el segundo.

La atajada de Caranta en el arranque del partido y la seguridad que mostró en todo momento fue recibida con los brazos abiertos por Ischia. No así el centro que terminó en el 1-1, cuando Barreiro cabeceó muy solo en el área, como ya lo hicieron unos cuantos en el primer semestre...

Con los atenuantes de la pretemporada y de las ausencias de dos figuras clave como Román y Rodrigo, Boca no jugó bien y mostró pocas cosas nuevas, sólo la función de Castromán. Chávez y Palermo, lo mejor. Lo demás, lo conocido. El equipo está en ablande. Y si no podés con Corona, mejor tomate una...

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