¿Hay algún refuerzo? ¿Quién es ése? En una mañana a pura niebla, los hinchas que fueron a la práctica tuvieron la respuesta cuando se acercó el grupo. No hay nuevos.
Un manto de niebla, blanco, espeso, inusual, cubrió toda la cancha principal. La duda que inicia y termina la frase no es casual. Los hinchas presentes se desorientan, buscan alguien que les confirme lo que ellos, desde lejos, no ven. En realidad, lo que todos no ven. Por un momento, en Casa Amarilla sólo se supone. Un manto de niebla, blanco, espeso, inusual, cubre toda la cancha principal. Ischia está reunido con su plantel en la parte opuesta del campo, pero a decir verdad es como si no estuvieran, como si fueran esos fantasmas que, como reveló Olé hace un tiempo, de noche se adueñan de las Bombonera y sus rincones. Los jugadores, así, sólo se pueden observar por ráfagas. El resto es parte de la imaginación. Es una mañana extraña, acaso ideal para un refuerzo sorpresa. Ese morocho de pelo tirando a largo será Ronaldinho Habrá llegado Edgar Davids, que tantas ganas tenía de probar suerte acá, y nadie se enteró Entre los arqueros, que andan juntos, estará Abbondanzieri, por el que tanto se hizo fuerza y después terminó quedándose en el Getafe Entre los treinta y pico que se entrenan, hay alguno nuevo más allá de los que volvieron al club después de ser prestados a otros equipos Boca habrá sacudido justo hoy, que nada se ve, el mercado de pases en medio de tanta quietud Porque la verdad es que hasta ahora sólo confirmó que seguirá el Pampa Calvo, quien volvió de España y al que le hicieron dos años más de contrato. Así, a simple vista, todo puede ser. O no.
"En Uruguay me habrá pasado alguna vez, pero acá en Boca es uno de los entrenamientos más raros , describe, sobre la mañana atípica, Alvaro González. O habrá sido Medrán, de pelo parecido O Caranta, también con look similar En realidad, entre tanta niebla, las preguntas se suceden. Hasta los hinchas, que buscaron aprovechar el feriado para ver a sus ídolos (que en realidad apenas pueden ver), se divierten jugando a las adivinanzas. Ese es Palermo o Pratto, alto como él, con alma de goleador y pelo luminoso Ese es Neri Cardozo o Exequiel Neri Benavídez Si ya de por sí se parecen, ni hablar entre el manto blanco y compartiendo el mismo grupo de trabajo. Ese es Ibarra o Barroso, laterales y morochos, con mismo corte Y aquél Es Ischia o Bianchi Claro, sí, por supuesto, exagerados hay en todas partes...
El Pelado heredero del Virrey, en este caso, se distingue por una gorra amarilla radiante. Y Pablo Mouche, por caso, por sus botines naranjas, prácticamente dos faros antiniebla. Después, se ve poco y nada. Y los cinco grupos que dividen al plantel en el trabajo aeróbico matinal sólo se distinguen con precisión cuando pasan por la tribuna de Casa Amarilla. Eso sí, la neblina que cortó la ruta 9 y que impidió que se jugasen los partidos de Inferiores entre Boca y Central, no es un obstáculo para que el equipo de Ischia se entrene con normalidad. Lo único que afectó fue la visual. Pero se trabajó como si hubiese sol o lloviera , aseguró, luego, el Profe Alfano.
El tema de la visual, igualmente, fue toda una cuestión, que se comentó hasta después de la práctica. Me hizo acordar al partido con Cúcuta , recordó Caranta, ya bañado y fácil de identificar, acerca de aquella semifinal que se disputó en la Bombonera por la Copa 2007. Por ahí el Profe nos quería indicar algún cono como referencia para correr y no lo veíamos. Podríamos habernos ahorrado algunos metros y él no se hubiera dado cuenta, je. Pero cumplimos con todo, eh , le puso humor el uruguayo González. Lo más raro fue que corríamos y no veíamos adónde teníamos que doblar. Parecía que no llegábamos más , agregó Jesús Dátolo. Esto sólo se dio en una pretemporada que hicimos en Tandil, pero acá nunca , completó Krupo.
La niebla se fue recién una hora después del comienzo del entrenamiento. Y permitió que, ahí sí, el picado informal con cuatro arcos se observara con normalidad, que los hinchas que en pleno feriado dejaron todo para ver a Boca, como dice el hit tribunero, reconocieran y le pudieran sacar fotos a los ídolos que fueron a ver. Y que la prensa confirmara que, efectivamente, Boca todavía no incorporó a nadie.
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