domingo, 25 de mayo de 2008

No Vale Ni Medio

A 5 minutos del final, Viatri empató de cabeza en Liniers, donde los pibes de Ischia, quien guardó a los titulares para la semifinal del miércoles por la Copa, fueron para adelante como loco. Había abierto el marcador Escudero, con un zurdazo al ángulo. Este resultado, de todos modos, complica a los dos en la pelea por el Clausura.


POR EL AIRE. Guzmán y Roncaglia saltan a buscar la pelota. (EFE)
La derrota de Vélez ante Argentinos en la fecha pasada le quitaba sabor al duelo. También el equipo muletto de Ischia devaluaba, aunque con casi esos mismos nombres Boca llegaba de darle vuelta un partido increíble a Racing. Pero la esperanza de ver buen fútbol en Liniers estaba intacta. La falta de presiones en ambos permitieron un partido puro, desestructurado.

Es cierto que ambos necesitaban ganar para mantenerse expectantes en el Clausura. Pero se los notaba sueltos en el inicio. Tanto que en los primeros diez minutos se jugó mucho cerca de los arcos, y poco en el medio. Vélez tuvo la primera con un remate cruzado de Ríos que Cristaldo no llegó a empujar. Más tarde, Boselli quedó sólo en el área, pero su mediavuelta fue neutralizada por Montoya. Después probaron Vargas y Ledesma, cerca. Lejos fue el remate de Zapata, en el otro arco.

El regreso de Hugo Ibarra fue la primera buena noticia de Boca en la tarde de Liniers. Después, el Negro se tomó la rodilla que lo tiene a maltraer y preocupó a todos. Pero pudo seguir. También asustó Ledesma cerca de los 10. Hubiese sido un grave problema para Ischia por la disposición de sus jugadores en el campo: 4-3-1-2. Perdía a todo su flanco derecho. Después, Roncaglia y Forlín se las arreglaban con Cristaldo y Guzmán. Vargas de cinco en el medio ante el combativo Coronel. Alvaro González por izquierda para tapar la subida de Ríos. Gracián de enganche, y Mouche y Boselli arriba.

Aceleró Boca después de los 15. Sobre todo a partir del entusiasmo y la gambeta de Mouche. Primer el zurdo remató a colocar desde afuera del área. Fácil para Montoya. A los 16, envió el centro pasado para Boselli. El centrodelantero cabeceó cruzado, al parante. Y un minuto más tarde, otra vez Boselli recibió de Mouche en la puerta del área. Giró y buscó el ángulo superior derecho de Montoya. La pelota besó el palo y se fue afuera. Tres muy claras para Boca. Contestó Vélez con una volea de Ríos, pero no inquietaba a Migliore. Boca jugaba a una velocidad y Mouche gravitaba. Vélez jugaba con una marcha menos y Escudero no aparecía.

Boca dominaba la pelota y se iba contra el arco rival. Pero le faltaban precisión en el último toque para quedar mano a mano. Gracián falló el último pase en un par de combinaciones con Ledesma, por derecha, y con Boselli, por el medio. El equipo de Ischia entretenía la pelota arriba, pero no sabía entrar. Entonces Vélez, en la contra tenía campo libre para llegar hasta Migliore. Tampoco pudo el local explotar esa ventaja. A los 31, Guzmán se la bajó de cabeza en el área a Zapata, y Roncaglia cortó justo cuando parecía gol. La única del Fortín.

Sobre el final, Escudero se fue a jugar por derecha y empezó a tener más contacto con el balón. Y con él, se fue todo Vélez atrás. El local cambió el curso del juego sobre el cierre de la primera etapa. Ahora Vélez jugaba en campo rival y Boca se replegaba para una contra. Pero tampoco el equipo de Tocalli supo llegar con claridad. Únicamente complicó con un tiro libre de Lima que despejó Migliore. Insinuaron mucho en la primera mitad, pero hicieron poco.

El partido se hizo muy lento para el segundo tiempo. Impreciso, pero sobre todo sin sorpresas. Ibarra no picaba por derecha, Mouche se había apagado, Gracián seguía perdido. Lo mismo con Lima en la izquierda de Vélez, Escudero tampoco pesaba y mucho menos Guzmán y Cristaldo adelante.

El distinto sacudió el partido a los 15. De la única manera que parecía que se podía abrir el marcador en el complemento era gracias a una jugada individual exquisita. Y eso hizo Escudero. Tomó el balón en la mitad de la cancha gambeteó a Ibarra y a Vargas en una baldosa. Entró al área, Roncaglia no le salió, el zurdo amagó, se hamacó y sacó el latigazo de zurda al ángulo. Nada que hacer para Migliore. Vélez se ponía 1-0 arriba sin hacer demasiados méritos, el empate se presentaba como el resultado más justo hasta el momento. Pero Escudero es diferente y puede definir cualquier historia en apenas una jugada. Inmediatamente después del gol, tuvo el empate Boca. Tiro libre de Gracián, cabezazo de Forlín al palo. Rebote, otra vez Forlín y Lima en la línea.

Con la ventaja, el equipo de Tocalli decidió defenderse con la pelota, claro que para lograrlo hay que tener la pelota. Como Boca era el que dominaba el balón, el local cada vez se metía más atrás. A pesar de los ingresos de Sena y de Coria. Ischia también necesitaba un sacudón. Entonces mandó a la cancha a l pibe Noir y a Neri Cardozo, primero. Y a Lucas Viatri, después.

En cámara lenta, como se jugó todo el segundo tiempo, Boca iba por un empate que se le escurría. No generaba chances de peligro, a pesar de las ganas de Noir y de Viatri, apoyados por el manejo de Ledesma, la recuperación de Vargas y la voz de mando de Ibarra, desde atrás. No hizo mucho Boca, pero con eso le alcanzó para llegar al empate. A los 40, Noir envió un tiro de esquina desde la izquierda muy pasado. Viatri se elevó más que nadie por atrás y su frentazo bombeado se metió en el arco de Montoya para el 1-1.

No hubo mucho más en Liniers. Favale pitó el final, cuando Noir todavía corría para reeditar el heroísmo que pudo vivir ante Racing. Pero esta vez no alcanzó. El empate quedó instalado y fue lo más justo. A Vélez se le escapó la victoria en el final, Boca no pudo llevarse los tres puntos de Liniers. En definitiva, un resultado negativo para dos equipos que quedaron muy lejos de la cima del Clausura.

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